Noticias falsas y sus diferencias de las verdaderas.
Navegar en internet no es tan fácil como parece. Miles y hasta millones de usuarios, e incluso periodistas, políticos y empresarios han creído en información que es falsa y la han reproducido como cierta. Esta es una selección de algunas de las noticias más inverosímiles que en su momento se han tomado como ciertas.
El denominado fenómeno de las Fake news (Noticias falsas) no es nuevo, ni dejará de serlo. En la actualidad el crecimiento y uso de las plataformas interactivas de comunicación, han posibilitado que adquieran características y alcances inimaginados. Sus consecuencias se ven reflejadas en campañas políticas, de publicidad o en formas de desprestigio personal a colectivos determinados. Esto no es nuevo y la historia está repleta de ejemplos.
En el año 1519, el primer relator de un mundo fantástico y alejado de la realidad fue el navegante que acompañó a Magallanes en la primera vuelta al mundo, Antonio Pigaffeta, quien describió, “tierras nuevas a babor; seres inimaginables a estribor”. Relató la existencia de cerdos con ombligos en la espalda y pigmeos con orejas más largas que todo el cuerpo, las que le servían una de colchón y la otra de manta.
Pero no hay que remontarse a tantos siglos atrás: Orson Welles, en su memorable relato radial de la Guerra de los Mundos, en 1938, contó en vivo la invasión extraterrestre que estaba teniendo lugar. Dijo al comienzo “Señoras y señores, esto es lo más terrorífico que nunca he presenciado...”. ¿Qué fascinación encierra el crear y difundir noticias falsas? ¿Qué es lo que nos atrapa y le damos verosimilitud? Tal vez, lo mismo que apreciamos cuando leemos una novela de ficción o vemos una escena de terror en el cine. Aunque sepamos que es irreal, nos sumergimos y lo aceptamos como cierto.
El tema es que hay noticias falsas que acarrean consecuencias verdaderas y de allí lo llamativo y peligroso. En los últimos años, el análisis de este fenómeno ha puesto en debate el equilibrio de un juego de valores como ser la libertad de expresión, la seguridad, la credibilidad, la regulación de las redes sociales y el prestigio de la comunicación pública.Varios países en las últimas elecciones han visto manchado el desarrollo de sus campañas electorales por la difusión y uso de las noticias falsas. Brasil y EEUU. han dejado el lugar del debate y exposición de ideas a las comunicación anónima, mentirosa y omnipresente de las redes sociales. En algunos escenarios prevalece Facebook como plataforma de mentiras; en otros WhatApp. Lo cierto es que la viralización y difusión de las mismas ha sido evidente. Nuestro país no está alejado de ello; recientemente en el Mundial de Fútbol asistimos a varias de estas falsedades. En el marco político, la Cámara Nacional Electoral ha emitido una Acordada a fin que los partidos políticos adopten medidas para contribuir a verificar la autenticidad de las fuentes de información en materia electoral, facilitando los canales oficiales de comunicación de los candidatos y el registro de sus sitios de información electrónicos para sus mensajes electorales.
¿Será este el precio a pagar por la celeridad e inmediatez de las noticias en contraposición con el peligro de que lo que nos digan no sea cierto? La falta de autorregulación, de una norma o de la voluntad de las redes sociales de encontrar los mecanismos de resolución de este conflicto hará prevalecer el cuidado de los ciudadanos, de los medios de información, de los periodistas y los comunicadores en terminar y cortar la difusión de lo que es una falacia, ya que siempre el daño detrás de la mentira es real.
Noticias falsas ejemplos:
